El sector de la asistencia geriátrica, que se caracteriza por su enorme y constante crecimiento en los últimos años, acoge en estos tiempos a nuevos inversores —empresarios y fondos— que, antes de hacerse con la gestión residencial, toman decisiones tan variadas y trascendentales como construir su propia residencia o, por el contrario, hacerse con un traspaso. Analicemos este asunto.
Hacerse con la gestión de una residencia de la tercera edad sin tener experiencia previa puede ser una operación más complicada de lo que se pensaba inicialmente si no se cuenta con la ayuda profesional necesaria para determinar cuál es la mejor opción para nuestro caso particular. En el caso de aquellos empresarios o grupos que ya gestionan un centro de mayores con éxito, plantearse vender el actual para hacerse con uno más grande o, directamente, hacerse con otro centro residencial de mayores puede ser una buena opción.
Cuando uno debe escoger si edificar una nueva residencia o elegir la opción del traspaso, a veces se deja en el tintero algunas cuestiones que no son baladí.
Quienes carezcan de la experiencia previa en el sector podrán aprender mucho si se hacen con las riendas de centros que ya se encuentran en funcionamiento. Por ejemplo, podrán ver cuál es el método de trabajo de los profesionales de la institución y sus funciones, el tipo de necesidades que cubren allí, cuáles son las deficiencias del edificio o del funcionamiento que deben subsanarse, etc.
Además, recordemos dos asuntos importantes cuando uno se hace con la gestión de un centro que ya está en funcionamiento: por un lado, al contar con plazas residenciales ocupadas, el nuevo gestor empezará a amortizar el capital invertido desde que firme el traspaso; por otro, todas las cuestiones burocráticas relacionadas tanto con los permisos para que la residencia funcione como los aspectos relacionados con la Administración se encuentran al día.
Cabe destacar que, habitualmente, el traspaso de una residencia de mayores suele ser una inversión más económica que comprar un terreno y edificar el centro de nueva planta. Esta decisión suele ser más frecuente cuando el inversor tiene un amplio recorrido, bien porque ya haya gestionado residencias de la tercera edad o porque cuente con un equipo de profesionales que han determinado que en su caso determinado edificar una es mejor.
Construir una residencia de ancianos
Construir una residencia de mayores desde cero tiene numerosas ventajas. Dado que el proyecto arquitectónico estará enfocado explícitamente al uso geroasistencial, todas las estancias se plantearán en función del modelo de atención que se quiera ofrecer y las unidades de convivencia se plantearán de la forma más beneficiosa posible. Además, construir con nuevos materiales permite a largo plazo reducir gastos en consumibles como la luz, el agua, el aire acondicionado o la calefacción. Por eso, aunque de primeras pueda parecer que construir un nuevo centro de mayores es menos rentable, a medio y corto plazo puede suponer unos ahorros con los que no cuente un centro de más de quince años de antigüedad.
Aquellos inversores que opten por esta segunda opción crearán los equipos profesionales de cero y podrán implantar nuevos protocolos que, como la experiencia demuestra, son mejores recibidos en estas primeras etapas del proyecto.
A pesar de que la inversión en el centro nuevo comienza a recuperarse una vez que han pasado unos meses desde la conclusión de las obras, esto permite asegurar al empresario o al fondo que al menos durante un periodo más que razonable el centro podrá estar a pleno rendimiento, evitando los inconvenientes que provocan las reparaciones casi constantes de aquellas residencias de mayores que ya cuentan con bastantes años, y también que se cumplirán con las últimas normativas que se publiquen en materia de gestión de centros de mayores.
Independientemente de la opción que se escoja, lo recomendable es contar con profesionales que estudien nuestro caso específico de manera individual. Contar con ellos ayudará al inversor a escoger el proyecto más rentable para su situación personal.
Asesoramiento, estudios de viabilidad económica y de mercado en el sector de residencias de ancianos.