El sector de las residencias geriátricas factura unos 4500 millones de euros al año. La pandemia ha supuesto una experiencia horrible en lo personal y económico para el sector geroasistencial. A pesar de ello la demanda de atención geriátrica residencial aumenta y va a seguir aumentando. Las residencias de calidad siguen siendo una buena oportunidad de inversión.
Los números confirman que invertir en los centros residenciales para personas mayores dependientes (ya nos refiramos a ellos como “residencias de tercera edad”, “residencias de ancianos”, “residencias de personas mayores” o geriátricas) es una posibilidad de inversión que ofrece tranquilidad y una razonable rentabilidad, y por eso cada año cada vez más fondos de inversión y empresarios deciden hacerse con traspasos o comprar de este tipo de inmuebles.
La gestión del coronavirus ha obligado al sector a revisar los pilares de la atención asistencial, a rediseñar los espacios y crear protocolos que sean seguros tanto para los residentes como para el equipo de profesionales que trabaja en estos centros.
Antes de hacerse con una residencia de ancianos, deben analizarse distintos aspectos que ayudarán al futuro comprador a tomar las decisiones adecuadas.
Un centro diferente
El primer aspecto que se debe tener en cuenta es qué necesidad cubrirá el nuevo centro: ¿existe una alta demanda de cuidadores a domicilio? ¿Las personas mayores de la ciudad que viven solas tienen un alto grado de dependencia? ¿La población de la zona tiende a un envejecimiento próximo? Estas y otras preguntas servirán de guía durante el proceso. De nuevo resulta fundamental tener un buen estudio de mercado.
Construcción, compra o traspaso de una residencia
Por un lado, se puede estudiar construir una residencia de mayores de nueva planta, con los pros (material a estrenar, elección del modelo de atención, posibilidad de usar edificios inteligentes y ecológicos, etc.) y los contras que esto conlleva (tramitación de licencias y permisos; riesgos de retrasos y de variación en costes estimados etc.).
Otra alternativa es hacerse con el traspaso de una residencia en activo, a fin de ajustar los costes a las cuestiones estrictamente necesarias para mejorar la atención geriátrica que ya se estaba ofreciendo en el centro. Esta suele ser una de las opciones preferidas, pues la inversión hecha en la residencia de mayores comienza a amortizarse desde que se firma el traspaso. La inversión es más baja pero no se adquiere inmueble.
El tamaño también es un aspecto importante pues, independientemente de que edifiquemos, compremos o nos hagamos con el traspaso de una residencia, tener más o menos camas influirá proporcionalmente en el desembolso inicial del proyecto, aunque lo será a la hora de generar beneficios.
La localización
El emplazamiento del centro residencial también es una cuestión que no debe resultar indiferente al comprador, pues que el centro esté bien comunicado tanto por carretera como en transporte público, así como que se encuentre cerca de zonas verdes, será un atractivo para que los familiares de las personas mayores puedan visitarlos cómodamente y, también, puedan disfrutar tanto con los profesionales del centro como con amigos, hijos y nietos de una tarde de esparcimiento por parques y jardines aledaños.
Que se encuentre en una zona donde el tiempo sea hostil también influirá, pues uno de los grandes gastos en las épocas de invierno lo supondrá la calefacción y en las épocas estivales el aire acondicionado. Resulta primordial tener un buen estudio de mercado.
Algunas cuestiones económicas importantes
Además de todas las cuestiones administrativas relacionadas con permisos, seguros, servicios de renting, etc., deben estudiarse en profundidad los costes de personal fijo (salarios, pagas extra, bonos, pluses, etc.), los proveedores de alimentos, los servicios de limpieza, el personal de animación y los servicios de lavandería, entre otros
En todos los asuntos mencionados, el objetivo no es abaratar costes por el mero hecho de aumentar el beneficio de los inversores, y mucho menos a costa de reducir la calidad de los servicios que se ofrecen a los residentes, como algunos creen de forma errónea, sino que la clave reside en optimizar todos los recursos y evitar pequeñas fugas económicas en las partidas presupuestarias que perjudiquen los presupuestos.
A fin de conseguir estos objetivos, es muy útil contar con gestores expertos en centros para personas mayores que conozcan al detalle el modelo de residencia que se pretende explotar. Es muy importante tener un estudio previo de viabilidad económica.
Confiar en profesionales para la compraventa
Contar con un grupo de asesores que analicen de forma personalizada e individual el caso de la residencia objeto del traspaso o de la compraventa será una garantía de éxito, especialmente cuando el inversor no cuenta con una dilatada experiencia en el sector de la atención residencial.